La historia detrás de la imagen

 Departamento de latín y griego. Proyectos de aprendizaje-servicio

El aprendizaje-servicio es una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, en el cual los participantes se forman al implicarse en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo.

Definición aportada por el C. P. A. S.  de Cataluña.

Siguiendo el camino emprendido por nuestros compañeros el curso pasado, los alumnos de 1º de Bachillerato de Humanidades nos hemos embarcado durante este año en un Proyecto Aprendizaje-Servicio en colaboración con la Casa del Mayor de Getafe y el Museo Lázaro Galdiano.

El Proyecto consta de tres partes. Durante todo el curso hemos trabajado en clase sobre la imagen en el mundo romano, su economía y el valor propagandístico de las imágenes difundidas por los emperadores romanos, ya sea mediante la escultura o la moneda. 

En un segundo momento nos reunimos con los mayores. Volvieron a visitarnos nuestros amigos del grupo Hablemos de Getafe y se les unieron los poetas creativos de la Casa del Mayor.  En esta jornada, nuestros compañeros de 3º de ESO nos hablaron de las emociones y entre todos redactamos un relato basándonos en fotos nuestras en las que mediante el gesto reflejábamos diferentes emociones.


Con el  Museo Lázaro Gadiano vamos a realizar dos actividades, en primer lugar  el Taller La cara y la Máscara y para terminar el proyecto serviremos  nosotros de guías  a nuestros mayores en el propio Museo.



LA HISTORIA DETRÁS DE LA IMAGEN

¿Por qué nos empeñamos en difundir nuestra imagen a través de las redes sociales? ¿Modificamos esas imágenes con filtros digitales? ¿Nos esforzamos en aparecer más altos, más guapos, más perfectos?

En realidad, los romanos ya se servían de esos trucos para difundir sus ideas, presentarse en público o darse a conocer a lo largo y ancho de su extenso Imperio. 

El primer antecedente lo encontramos en la costumbre de origen etrusco de reproducir en cera los rostros de los familiares muertos. Este derecho pertenecía solo a los patricios y se denominaba ius imaginum. Se trataba de imágenes fidedignas de los miembros de familia que se exponían en los altares familiares y constituían el primer álbum “fotográfico” de las familias, todo un símbolo de poder, ya que este derecho era exclusivo de las clases dominantes.

Cuando Augusto se autonombró emperador, abandonando cualquier atisbo democrático, necesitaba justificarse ante el pueblo como elegido por los dioses para esa misión. Se servió para ello de dos métodos  publicitarios universales, la palabra y la imagen. Pidió al poeta Virgilio que escribiera un gran obra  relacionando la saga heroica de los troyanos con su familia, los Julio-Claudios. Nace a si la Eneida:

Hic vir, hic est, tibi quem promitti saepius audis,
Augustus Caesar, Divi genus, aurea condet
saecula qui rursus Latio regnata per arva
Saturno quondam, super et Garamantas et Indos
proferet imperium (…)

“Éste es, este es el hombre que escuchas te ha sido prometido, Augusto César, estirpe divina, que fundará los siglos de oro de nuevo en el Lacio por los campos que un día gobernara Saturno, y hasta los garamantes y los indos llevará su Imperio.”

Virgilio, Eneida VI, 791.

Augusto también se sirvió también de su imagen, reproduciendo esculturas suyas y enviándolas por todo el Imperio. Se sabe que incluso se copiaban en Roma las cabezas que luego eran enviadas a las provincias para ser montadas en diferentes cuerpos.

A finales del siglo II d. C la llegada al poder de Septimio Severo supuso la aparición en escena de una mujer de gran influencia tanto en su marido, sus dos hijos (Caracalla y Geta), como en la sociedad de su época. Sabemos de la historia de Julia Domna no solo por las fuentes escritas, sino también por otro medio propagandístico utilizado por los romanos, la moneda.

Julia aparece representada junto con la imagen de Juno, diosa protectora de las mujeres romanas y esposa de Júpiter, asimilando así la imagen de matrona y gobernante consorte.


Museo Lázaro Galdiano.

Publicar un comentario

0 Comentarios